Vestido hecho a mano con suave algodón rojo tomate. Sólo hay uno, porque la gracia de este vestido, además de su escote desbocado, sus pincitas en los hombros, sus elásticos estratégicos que le dan forma y volumen y su bajo con falsos dobladillos... es la tirabordada de los años cincuenta en tonos náuticos espectacular y única de la que sólo quedaba este trocito... aprovechad, es perfecto para domesticar olas de tres metros.
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